Juan Introducción

Un Evangelio diferente 

Mateo, Marcos y Lucas, los otros tres Evangelios del Nuevo Testamento, están llenos de similitudes: historias y parábolas compartidas. El Evangelio de Juan no canta en el mismo tono. Más del 90% del Evangelio de Juan no se encuentra en los otros tres. 

En los otros Evangelios, las parábolas e historias de Jesús son el énfasis de Su enseñanza; en Juan, el énfasis está en Sus discursos y no encontramos parábolas. Lo más cerca que Juan está de registrar una parábola es la enseñanza de Jesús sobre el pastoreo, que se parece más a una alegoría. 

Los otros tres Evangelios se centran en el ministerio de Jesús en Galilea; el de Juan se centra en los cinco viajes que Jesús hizo de ida y vuelta a Jerusalén.

  1. Primer viaje de Pascua (2:23)

  2. Una fiesta sin nombre a la que asistió (5:1)

  3. Fiesta de los Tabernáculos (7:2)

  4. Fiesta de la Dedicación (10:22)

  5. Última Pascua (13:1)

Sin Juan, podríamos imaginar que los viajes de Jesús a Jerusalén fueron bastante escasos. 

Juan registra ocho milagros, sólo dos de los cuales se mencionan en los otros Evangelios.

  1. Convertir el agua en vino (2:2-11)

  2. Sanidad del hijo del noble (4:46-54)

  3. Sanidad del paralítico (5:1-15)

  4. Dar de comer a los cinco mil (6:1-14, mencionado en otros Evangelios)

  5. Caminar sobre las aguas (6:15-21, mencionado en otros Evangelios)

  6. Sanidad del ciego (9:1-41)

  7. La resurrección de Lázaro (11:1-44)

  8. La pesca (21:6-11, un milagro posterior a la resurrección)

Juan elige cuidadosamente estos milagros para utilizarlos con el fin de cumplir el propósito de su Evangelio. Alrededor de estos milagros, sitúa las entrevistas y sermones de Jesús. 

Juan registra unas 27 entrevistas, y la mayoría de ellas sólo se encuentran en su Evangelio. Es evidente que Juan no pretende ser exhaustivo en su presentación de la vida, ministerio, muerte y resurrección de Jesús. Lo que sí pretende es ser específico para adecuarse a la finalidad del Evangelio del cual es autor. 

La mayor distinción del Evangelio de Juan 

Juan, más que ningún otro Evangelio, dejó claro quién era Cristo. Citó a Jesús diciendo: "Yo y mi Padre somos uno" (10:30) y "el que me ha visto a mí, ha visto al Padre" (14:9). Juan construye su argumento sobre quién es Jesús citando a Jesús, diciendo: "Antes que Abraham existiera, YO SOY" (8:58). Dios había definido Su nombre "Yahveh" a Moisés declarando "YO SOY EL QUE SOY" (Éxodo 3:14). Cuando Jesús dijo: "Antes que Abraham existiera, YO SOY", estaba afirmando ser Dios. Juan desarrolló esta idea a lo largo de su Evangelio enumerando las veces que Jesús utilizó el nombre de Yahveh con diferentes metáforas para explicar cuán presente estaba. 

YO SOY el pan de vida (6:35).

YO SOY la luz del mundo (8:12; 9:5).

YO SOY la puerta (10:7).

YO SOY el buen Pastor (10:11, 14).

YO SOY la resurrección y la vida (11:25).

YO SOY el camino, la verdad y la vida (14:6).

YO SOY la vid verdadera (15:1).

 El propósito del Evangelio 

Juan no esconde el propósito de su Evangelio dentro del texto para que sus lectores lo averigüen. Más bien, lo sitúa hacia el final del libro.

"Jesús realizó muchas otras señales en presencia de Sus discípulos que no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en Su nombre." Juan 20:30-31 

Juan buscaba con gran evidencia derribar dos nociones falsas. En primer lugar, la noción de que Jesús simplemente apareció como Dios; la segunda era la noción de que Él era un hombre sobre quien reposaba el Espíritu Santo. 

El objetivo de Juan estaba claro desde el principio y el final del Evangelio: quería comunicar que Dios y el hombre habitaban en la única Persona de Jesucristo: ambas naturalezas unidas perfectamente. Juan quería que los lectores se convencieran de que Jesús era el Rey prometido y el Hijo de Dios. 

Juan quería convencerlos no sólo para que no tuvieran dudas, sino para que creyeran o dedicaran toda su lealtad a Cristo como Rey de Dios de todo el cosmos. 

Por último, Juan dejó claro que cuando la gente le daba a Cristo su completa lealtad, encontraban y comenzaban a experimentar la vida eterna. 

Fecha de redacción

Aunque la fecha de redacción de Juan es controvertida, es probable que el Evangelio de Juan sea el último libro escrito del Nuevo Testamento, redactado justo antes del cambio del primer siglo, entre los años 90 y 100 d.C.

Lo más probable es que Juan viviera en Éfeso y estuviera recopilando un Evangelio diferente a todo lo escrito. En el Evangelio, se dirige a los que no conocen a Cristo o a los que han oído hablar de Él pero tienen opiniones distorsionadas. Sin duda, se dirige en gran medida al mundo gentil, ofreciéndoles un Evangelio relevante para las preguntas a las que necesitaban respuesta.

Esquema del capítulo

Cristo, la Palabra (cap. 1)

Cristo, transformador (cap. 2)

Cristo, el Salvador (cap. 3)

Cristo, nuestra vida eterna (cap. 4)

Cristo, nuestro sanador (cap. 5)

Cristo, nuestro maná [pan de vida] (cap. 6)

Cristo, el Polémico (cap. 7)

Cristo, luz del mundo (cap. 8)

Cristo, nuestra vista (cap. 9)

Cristo, Buen Pastor (cap. 10)

Cristo, la Resurrección y la Vida (cap. 11)

Cristo, Rey Ungido y Triunfante (cap. 12)

Cristo, nuestro siervo (cap. 13)

Cristo, nuestra paz (cap. 14)

Cristo, la vid (cap. 15)

Cristo, nuestro Consolador (cap. 16)

Cristo, Intercesor (cap. 17)

Cristo, el rechazado (cap. 18)

Cristo, nuestro sacrificio (cap. 19)

Cristo, nuestra victoria (cap. 20)

Cristo aparece (cap. 21)