Ezequiel 34

Se establece el futuro pastor

Jerusalén es juzgada (Ezequiel 33-39)

Ezequiel es entonces llevado a profetizar a los falsos pastores. Los contrastaría con el verdadero pastor que vendría. Los pastores de Israel eran los reyes, príncipes, jueces, sacerdotes y profetas de la nación, a quienes Yahveh consideraba responsables de la destrucción moral de la nación. 

Los falsos pastores (1-10)

Estos falsos pastores cayeron bajo el juicio de Dios por diferentes razones (1).

  • Utilizaron su posición y al pueblo al que estaban llamados a guiar para su propio beneficio personal. El objetivo principal de los pastores debería haber sido alimentar espiritualmente a las ovejas, no a sí mismos. No dedicaban tiempo a enseñar la palabra de Dios, sino a averiguar cómo sacar provecho económico del pueblo de Dios (2-3).

  • Los pastores no solo descuidaron alimentar a las ovejas, sino que además no se preocuparon por fortalecer a las ovejas débiles. Tampoco procuraron la recuperación de los enfermos, vendaron a los heridos ni buscaron a los perdidos. No se preocuparon por los moralmente heridos, los espiritualmente enfermos o los psicológicamente adictos; los trataron con duras frases hechas como «no te quejes» y «madura». No mostraron ninguna sensibilidad hacia las ovejas (4).

  • Ellos eran los responsables de que las ovejas se dispersaran y buscaran alimento, vagando de aquí para allá, buscando algún pasto satisfactorio.

Esos pastores no alimentaban a las ovejas, sino que las dejaban hambrientas y creaban un entorno en el que las ovejas iban de iglesia en iglesia, de ídolo en ídolo, de filosofía en filosofía, buscando algún resto de significado espiritual que satisfaciera sus almas hambrientas. Todo esto se debía a que los pastores no les habían alimentado con la palabra de Dios (5-6).

Ezequiel advirtió entonces a los pastores con la palabra de Yahveh. Tan seguro como que sus ovejas se habían convertido en presa de las bestias salvajes de la lujuria desenfrenada y la idolatría, tan seguro como que ningún pastor buscaba ni alimentaba a sus ovejas, Yahveh hacía responsables a esos pastores (7-8).

Esos pastores debían escuchar la palabra de Dios dirigida a ellos. Él estaba en contra de ellos. Les exigía que le devolvieran las ovejas que les había dado. Yahveh hacía responsables a los pastores por lo que habían hecho y perdido. Yahveh estaba destruyendo su nación en una operación de rescate para recuperar su rebaño. Estaba recuperando sus ovejas. Ya no permitiría que esos pastores judíos utilizaran las ovejas para su propio beneficio y lucro (9-10).

El buen pastor (11-22)

Durante el exilio, no habría ningún rey humano sobre su nación. Yahveh asumiría las funciones de pastor. Yahveh iba a tomar 12 medidas como su pastor (11):

  • Buscaría y encontraría a sus ovejas perdidas.

  • Las rescataría del cautiverio del aislamiento y la desesperación (12).

  • Las traería de vuelta a casa sanas y salvas.

  • Las alimentaría de nuevo y haría florecer sus corazones y espíritus, permitiéndoles beber de nuevo de Su río y adorarlo en Su monte (13).

  • Las haría pastar y meditar de nuevo en Yahveh, y luego se alimentarían de Su palabra (14).

  • Él sería su Pastor personal.

  • Llegarían a sentir que le pertenecían.

  • Los obligaría a recostarse y aprender a descansar (15).

  • Iría a buscar a los confundidos que se habían perdido.

  • Sanaría a los heridos por el abuso.

  • Fortalecería a los débiles que solo podían vivir según sus sentimientos.

  • Destruiría a todos los que fueran codiciosos y abusivos (16).

Como buen pastor, Yahveh restauraría la justicia. Yahveh juzgaría entre las ovejas gordas y las ovejas flacas, las ovejas abusivas y codiciosas, y las ovejas indefensas e impotentes. Juzgaría entre el carnero y aquellos que no eran por naturaleza suyos, a los que se refería como cabras. Dios ya no tenía paciencia con los abusivos y codiciosos «gordos», ni con las personas independientes y sin pacto, de «naturaleza caprina», que se aprovechaban de su pueblo.

Los codiciosos y abusivos siempre ocupaban los mejores lugares para vivir y no tenían ningún problema en destruir lo que fuera necesario para obtener beneficios para sí mismos (17-19).

Yahveh juzgaría entre ellos y las ovejas gordas, descritas no por su tamaño sino por su carácter. Usarían la fuerza intimidante para alejar a las ovejas de lo que codiciaban (20).

Yahveh ya había tenido suficiente. Iba a rescatar a Sus ovejas. Ya no permitiría que los «gordos» y los «cabritos» se aprovecharan de los débiles. Yahveh iba a rescatar a Su pueblo de los líderes codiciosos; iba a restaurar la justicia (21-22).

El pastor de Yahveh (23-35)

En algún momento, Yahveh iba a establecer un solo Pastor sobre Israel. Sería alguien con el corazón de su siervo David, un Pastor que alimentaría primero al rebaño y sería su Pastor, no su líder en el sentido tradicional. Un pastor cuida y alimenta al rebaño. Un líder guía a los demás por su propio éxito (23).

Cuando viniera el verdadero Pastor, Yahveh sería entonces su Dios presente y el segundo David, el de la línea de David. Cuando viniera, sería su Príncipe. Yahveh había hablado, y así sucedería (24).

Jesús sería ese «Hijo de David», el verdadero Pastor (Juan 10).

Nuevo Pastor, Nuevo Pacto (25-31)

Con la llegada del verdadero Pastor también se daría un nuevo pacto. El nuevo pacto de paz acabaría dando lugar a un mundo completamente nuevo.

Habría una seguridad asombrosa bajo este nuevo pacto de paz y en este nuevo mundo. La naturaleza salvaje y bestial de matar y tomar lo que uno desea por hambre sería desterrada (25).

Este mundo se vería bendecido con lluvias de bendecir (26).

Este mundo produciría tal y como fue diseñado para producir: cada vez más, siempre en aumento, sin carencias, creando seguridad y protección absolutas. Bajo el gobierno del verdadero Pastor, todos conocerían a Yahveh como Dios. Todas las prisiones, yugos y esclavitudes serían rotos y abolidos. No habría más adicciones ni más cadenas del pecado (27).

No habría más guerras, ni mezquindad ni codicia en ninguna parte. Comer y prosperar no sería como una bestia salvaje, devorando a otros para satisfacer el apetito (28).

Las hambrunas serían cosa del pasado; las grandes plantaciones prosperarían y alimentarían a muchos. No habría hambre, ni sufrimiento por la intimidación de otras naciones, ya que todos estarían bajo un solo Rey (29).

Todas las naciones se habrían convertido en una sola nación en Israel, y todas conocerían personalmente a Yahveh como su Dios. Todas sentirían que pertenecían a Yahveh y que él las conocía. Todas serían ovejas humanas de Yahveh, todas se deleitarían en el cuidado eterno de Yahveh, todas experimentarían a Yahveh como Dios (30-31). 

¡Qué mundo nos espera, qué Nueva Creación, ¡qué Rey y qué Dios! Esto, por supuesto, es un adelanto de los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra, hacia donde se dirige toda la historia.


Proverbios 4:1-9

Proverbios de los Padres cont. (1:8-9:18)

Sexto discurso: "sabiduría generacional" (4:1-27)

Salomón revela que el propósito principal de todo padre es criar a sus hijos para que sean sabios. Este discurso revela los secretos claves para transferir la sabiduría de una generación a otra (1-4).

La apelación del padre está llena de urgencia: "vende todo", " busca intensamente ", " no te olvides ", " no te desvíes ni un centímetro ", " escribe esto en la parte superior de tu lista ", y " abraza ", y la versión ESV en inglés  agrega: ""valórala mucho " (sabiduría).

La sabiduría es primordial; ninguna cualidad es más importante. Así, la sabiduría es como una esposa fiel a la que el marido es apasionadamente devoto (4-9).

La sabiduría generacional (10) permite a los niños descubrir el camino correcto (11), los mantiene alejados de los obstáculos y las prisas (12), y los hace moralmente rectos (13).

El camino de la necedad malvada es muy diferente, porque está lleno de ansia y de "inquietud", y los insensatos usan el pecado como narcótico para adormecerse moralmente (14-17). Viven sus vidas en la plaga de las tinieblas egipcias, mientras que la vida de los sabios se abre cada vez más y crece gradualmente en la luz de Dios (18-19).

La súplica de un padre es: "escucha, presta atención y valora la sabiduría a toda costa" (20-22). El corazón puede convertirse en una fuente pervertida para vivir impulsivamente ("fuentes de vida") o vivir por poder, placer o más. El sabio debe guardar su corazón contra esto con toda diligencia (23).

Guardar el corazón de la vida impulsiva es mantener una lengua honesta, los ojos fijos en la dirección de Dios, y el camino emprendido siempre examinado en el temor de Dios (24-27).