Gálatas Introducción
Un Tono Crítico
Pablo introdujo esta carta con un tono crítico contra los falsos maestros que se habían levantado en la iglesia de Galacia. La región de Galacia era la parte sur de la actual Turquía, donde Pablo había establecido iglesias durante su primer viaje misionero (Hechos 13-14).
La Primera Carta de Pablo
Esta podría ser la primera carta preservada que Pablo escribió, y la escribió para dirigirse a los falsos maestros que se habían levantado rápidamente en la iglesia y estaban tratando de hacer prosélitos judíos de los nuevos creyentes. Básicamente estaban convenciendo a estos nuevos creyentes a que se hicieran judíos a través de la circuncisión.
Hay un debate acerca de dónde estaba Pablo cuando escribió la carta, pero se sugiere uno de cuatro lugares.
Corinto, en el período de Hechos 18:1-17
Antioquía, en el período de Hechos 18:22
Éfeso, en el período cubierto por Hechos 19:1-41
Macedonia o Acaya en el período de Hechos 20:1-3
Con la estadía tan prolongada de Pablo en Éfeso, muchos eruditos creen que Pablo lo escribió desde Éfeso acerca del año 55 d. de J.C.
Motivos de los Falsos Maestros
Los motivos de los falsos maestros eran obvios: buscaban lo mejor de los dos mundos—el honor en la iglesia como creyentes y líderes y el honor entre los líderes judíos por proselitizar a los gentiles para que regresaran a la religión y a la cultura judías. El efecto de su enseñanza fue claro; estaban neutralizando la fe de los seguidores en Jesús (6:12-13).
El Amanecer de la Era del Rey Jesús
Pablo lo vio todo por lo que era—una ruptura de la fe en Cristo, que finalmente llevaría a los Gálatas al daño eterno de sus almas (5:3-4). Como es obvio en su tono a lo largo del libro, Pablo consideraba a estos falsos maestros como "perturbadores" y distorsionadores (1:7). Contrarrestó su enseñanza con palabras directas sobre la muerte y resurrección de Jesús, que trajo a la tierra el amanecer de la era del Rey Jesús y, con ello, un nuevo pacto (3:23-26; 4:4-5,24).
Pablo fue directo: los seguidores de Jesús no tendrían que hacerse judíos por medio de ciertos rituales y ceremonias para ser parte de esta era del Rey Jesús y del nuevo pacto que Cristo había hecho con todo el mundo (2:3,11-12,14).
El Resultado de Abrazar el Judaísmo
En verdad, abrazar la manera judía de la ceremonia y el ritual haría que los Gálatas negaran el Evangelio, perdieran su fe, perdieran su lugar de aceptación con Dios por la fe (2:16), y al final, se desconectaran del poder transformador de la vida del Espíritu Santo (5-6).
Mensaje de Pablo a los Gálatas
Así que, el mensaje de Pablo a los Gálatas (y a nosotros) es claro: por la fe, la aceptación con Cristo es ganada y formada (2:16), la libertad es el resultado de estar en Cristo (5:1), y el propósito de ellos (y de nosotros mismos) en Cristo es el de entregar el amor misericordioso de Cristo al mundo (5:13).